Es muy común escuchar los términos Criminología y Criminalística para referirse a una misma cosa. Y si bien ambas son auténticas Ciencias Forenses, lejos están de ser iguales. Aunque mantienen similitudes y comparten algunos elementos, también poseen diferencias sustanciales.
La explicación más simple es que por un lado la Criminalística ante un hecho se hace las preguntas qué, cómo, quién, cuándo y dónde. Por su parte, la Criminología se encarga del por qué. Así, ambas disciplinas científicas se diferencian en cuanto al objeto de estudio, siendo la Criminología la que busca investigar los motivos de un acontecimiento, mientras que la Criminalística indaga sobre el resto de los aspectos.
Sin embargo, en la práctica es común ver a los especialistas forenses trabajar en conjunto, de manera interdisciplinaria. Esto significa que a partir de un mismo hecho los peritos de las distintas ramas aportan un importante punto de vista propio, intentando comprender el delito de manera integral.
Así, por ejemplo, un especialista en balística trabajará con un médico forense en caso que se trate de una escena del crimen donde figura la participación de un arma de fuego y la lesión de un individuo. Asimismo, un psicólogo forense podrá aportar lo suyo.