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Criminalística, ¿es una ciencia?

La Criminalística es considerada por muchos una ciencia. Hay pocas personas que aún dudan de esta afirmación. Sin embargo, vale aclararlo y fundamentarlo. Al igual que otras Ciencias Forenses, sigue una serie de procedimientos y emplea el método científico para llegar a sus conclusiones.

Como ciencia auxiliar del Derecho, la Criminalística participa en una gran cantidad de actos judiciales y policiales. Junto a otras Ciencias Forenses es la principal aliada de los funcionarios y magistrados judiciales para esclarecer un hecho delictivo y llegar a conclusiones categóricas que permitan determinar responsabilidades penales.

Esta tarea reviste de gran importancia y exige un accionar que “esté a la altura de las circunstancias“, como se suele decir. Significa que la Criminalística debe hacer uso de las mejores técnicas de investigación forense, pero no cualquiera, sino aquellos métodos válidos, comprobados, que permitan ser replicados, y que gocen de prestigio en la comunidad científica y criminalística.

Lo mencionado nos lleva a pensar que, entonces, la Criminalística, como Ciencia Forense, debe emplear el método científico. Esta modalidad, característica principal de la Ciencia, adaptada a la Criminalística, tiene que ser el horizonte de todo perito e investigador forense. Cualquier persona que se desenvuelva en alguna de las ramas de las Ciencias Forenses, debe trabajar utilizando el método científico.

Pero, ¿esto es así, en la actualidad, la Criminalística es una ciencia? ¿siempre tuvo el mismo criterio? ¿cuáles son los pasos que deben cumplir las ciencias forenses?

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La Criminalística, ¿una ciencia surgida por una necesidad histórica?

La Criminalística la definimos en otro artículo como una ciencia que tiene como objeto el estudio de los hechos delictivos y todo lo relacionado a ello. Pero lo que no hablamos en dicha oportunidad es que uno de los motivos por lo que surgió es la necesidad histórica de la identificación de personas.

Claro, no la Criminalística que hoy conocemos. A lo largo de la historia, como ocurre con otras ciencias, tal como la Psicología, ha sufrido modificaciones, y quizás en un principio era totalmente diferente a lo que es actualmente.

Por qué dicen algunos autores que la Criminalística surgió como una necesidad

A lo largo del tiempo la humanidad ha utilizado diferentes procedimientos para identificar a las personas. Durante la época paleolítica (50.000 AC – 6.000 AC) las tribus nómadas utilizaban los mismos medios dados por la naturaleza a otras especies para identificar a sus congéneres: el olor, la forma de la cara, los sonidos emitidos y la complexión física; estos elementos permitían reconocer plenamente a todos los miembros de la tribu.

Pero con el descubrimiento de la agricultura la situación cambió, ya que se conformaron aldeas agrícolas.

Las manos antiguamente eran un método de “firma” (Imagen: WikiMedia)

Con la aparición de la civilización se conformaron pueblos enteros, con personas de distintas costumbres, y poblaciones de gran cantidad individuos. Y las autoridades necesitaron la identificación de las personas, para llevar un control para el pago de los impuestos. En esta época uno de los métodos más usados fue el utilizar una parte del cuerpo como medio identificación; los artistas rupestres dejaron la marca de sus manos como manera de firmas.

En culturas antiguas el movimiento de las manos representaba una manera de entrar en contacto con lo sobrenatural, y se pensaba que los pliegues de la mano podían interpretarse. Inclusive en la actualidad aparecieron estudios que aseguran que las huellas digitales reflejan la personalidad. La quiromancia, en este sentido, fue la encargada de las interpretaciones. Pero este método no sirvió como método identificativo.

La Quiromancia estudia las líneas de la mano, y se argumenta que tiene valor identificativo

Las marcas en la mano y las huellas dactilares, que son formaciones aleatorias que se desarrollan durante el crecimiento del feto en el útero materno, y su forma es única para cada ser humano, además de que constituye un excelente medio para identificar las personas, lo desconocían como tal en la antigüedad.

La identificación a través de las huellas de los dedos como hoy lo conocemos se descubrió recién en el siglo XIX. No obstante, el uso de la huella digital para establecer la identidad tuvo sus primeros casos en el S. VII, gracias a Solimán, un comerciante árabe que hizo estampar las huellas digitales de un deudor en una cuenta.

Solimán, el sultán otomano que contribuyó indirectamente a la Criminalística

¿Y qué tiene que ver la identificación de personas a lo largo de la historia con la Criminalística?

La Criminalística, si recordamos, tiene como objeto el estudio de los hechos criminales. En toda situación delictiva, decimos que existe un agresor o delincuente, una víctima y una escena del hecho. Y la identificación de individuos, ya sea a través de la huella digital u otro medio, toma especial relevancia ya que podemos determinar el agresor, en principio desconocido, de un homicidio o violación, por ejemplo.

Aunque el estudio de las huellas es uno de los principales enfoques de la biometría, el análisis de sangre, el ADN, y otras metodologías también son válidas para determinar la autoría de un crimen. Es por eso que las formas de identificación humana a lo largo de la historia es importante para la Criminalística y las Ciencias Forenses.

La huella digital es uno de los métodos de identificación humana

Biometría

Actualmente, la ciencia biométrica es la cual se encarga del estudio de sistemas y tecnologías de identificación de seres humanos, basada en el reconocimiento de una característica que cumpla con los requisitos de ser física e intransferible de cada persona. Las investigaciones en criminalística, como el conocimiento de la huella dactilar, ha servido muchísimo en este sentido.

Una de las aplicaciones más comunes de la biometría en la actualidad es el desbloqueo del celular con la huella o el control de asistencia a una institución.